VALORES HUMANOS
Los valores humanos son aquellos conceptos universales, controladores de acción que se encuentran en todas las culturas, todas las sociedades, todas las víctimas y en todos los lugares donde los seres humanos se ganan la vida.Los cinco valores humanos, que se pueden encontrar en todas las culturas, todas las sociedades y en todas las religiones, son la Honestidad, Humildad, el Amor, la Paz y la No Violencia.
UNA EDUCACIÓN CON VALORES HUMANOS
Educar a los estudiantes en su propia humanidad les proporciona los valores, los convierte en
pensadores independientes y les enseña acerca de los conceptos importantes de la vida, la constitución, la ciudadanía, la ecología, la responsabilidad, el liderazgo, el patriotismo, la solidaridad, la compasión … es Esta combinación de conceptos, emociones y sentimientos que forman parte integrante de su formación personal, humana y de su mundo y las opiniones de la vida. Esto es lo que hace de la educación instrumental para la humanización.
En un proceso educativo centrado en la humanidad, el dominio de las herramientas técnicas, equipos y nuevas tecnologías, son sólo un medio para un fin. Con frecuencia, los planes de estudio se centran en el uso de estos medios como si fueran más importantes que enseñar a los estudiantes a aprender. Ellos no lo son. Los maestros son la clave para una educación humana que no sólo comunica la información y el conocimiento, sino también valores, ideas e incluso ejemplos de comportamiento. Los profesores son fundamentales para una educación humanista que enseña a los estudiantes a pensar y aprender de manera independiente, en lugar de simplemente memorizar contenidos en el aula bajo la supervisión del maestro.
VALORES MORALES
Como valores morales se conoce el conjunto de normas y costumbres que son trasmitidas por la sociedad al individuo y que representan la forma buena o correcta de actuar. En este sentido, los valores morales nos permiten diferenciar entre lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto, lo justo y lo injusto.
Como tal, los valores morales son introducidos desde la temprana infancia por los padres o las figuras de autoridad, para luego, en la etapa escolar, ser reforzados por los maestros o profesores. Muchos de ellos también vienen determinados por la religión que practicamos y otros tantos están tan arraigados en nuestras sociedades que su violación puede conducir, incluso, a sanciones legales.
Valores morales son, por ejemplo, la honestidad, el respeto, la gratitud, la lealtad, la tolerancia, la solidaridad y la generosidad, entre otros.
VALORES ÉTICOS
Los valores éticos están constituidos por una serie de normas o pautas que regulan la conducta de los individuos, como la verdad, la justicia, la libertad y la responsabilidad. Mientras que los valores morales se refieren al conjunto de prácticas o costumbres comunes a una sociedad, encaminadas a establecer una diferenciación entre la manera correcta o positiva de actuar, y la incorrecta o negativa.
Dentro de los valores éticos existen los derechos y deberes, estos últimos son los que se deben de realizar para ser merecedores de disfrutar de nuestros derechos. Una de las principales dudas es con respecto a los derechos y deberes de los niños, los cuales por su estado de indefensa son mas propicios a recibir todo tipo de cuidado, y aunque pequeños, también tienen que cumplir con varias obligaciones.
Los valores éticos pueden ser muchos, muy variados y con diferentes percepciones, sin embargo, el ser humano cuenta con cuatro valores éticos fundamentales, que podría decirse, son el cimiento de la educación de las personas entre ellas mismas; estos valores los tenemos muy arraigados dentro de nuestra conciencia y actuar. Cuando se habla de algo fundamental se habla de algo sin lo cual no se podría seguir, así de importantes son estos valores.
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TIPOS DE VALORES
Podemos hablar de valores universales, porque desde que el ser humano vive en comunidad ha necesitado establecer principios que orienten su comportamiento en su relación con los demás.
En este sentido, se consideran valores universales, la honestidad, la responsabilidad, la verdad, la solidaridad, la cooperación, la tolerancia, el respeto y la paz, entre otros.
Sin embargo, puede resultar útil para facilitar su comprensión, clasificar los valores de acuerdo con los siguientes criterios:
• Valores personales:
Son aquellos que consideramos principios indispensables sobre los cuales construimos nuestra vida y nos guían para relacionarnos con otras personas. Por lo general son una mezcla de valores familiares y valores socio-culturales, junto a los que agregamos como individuos según nuestras vivencias.
• Valores familiares:
Se refieren a lo que en familia se valora y establece como bien o mal. Se derivan de las creencias fundamentales de los padres, con las cuales educan a sus hijos. Son principios y orientaciones básicas de nuestro comportamiento inicial en sociedad. Se transmiten a través de todos los comportamientos con los que actuamos en familia, desde los más sencillos hasta los más “solemnes”.
• Valores socio-culturales:
Son los que imperan en la sociedad en la que vivimos. Han cambiado a lo largo de la historia y pueden coincidir o no con los valores familiares o los personales. Se trata de una mezcla compleja de distintos tipos de valoraciones, que en muchos casos parecen contrapuestas o plantean dilemas.
Por ejemplo, si socialmente no se fomenta el valor del trabajo como medio de realización personal, indirectamente la sociedad termina fomentando “anti-valores” como la deshonestidad, la irresponsabilidad o el delito.
Otro ejemplo de los dilemas que pueden plantear los valores socio-culturales ocurre cuando se promueve que “el fin justifica los medios”. Con este pretexto, los terroristas y los gobernantes arbitrarios justifican la violencia, la intolerancia y la mentira, alegando que su objetivo final es la paz.
• Valores materiales:
Son aquellos que nos permiten subsistir. Tienen que ver con nuestras necesidades básicas como seres humanos, como alimentarnos o vestirnos para protegernos de la intemperie. Son importantes en la medida que son necesarios. Son parte del complejo tejido que se forma de la relación entre valores personales, familiares y socio-culturales. Cuando se exageran, los valores materiales entran en contradicción con los espirituales.
• Valores espirituales:
Se refieren a la importancia que le damos a los aspectos no-materiales de nuestras vidas. Son parte de nuestras necesidades humanas y nos permiten sentirnos realizados. Le agregan sentido y fundamento a nuestras vidas, como ocurre con las creencias religiosas.
• Valores morales:
Son las actitudes y conductas que una determinada sociedad considera indispensables para la convivencia, el orden y el bien general
VALORES EDUCATIVOS
El fenómeno de los cambios espectaculares del significado de los valores en el mundo actual, debido a las ideologías que influyen en nuestra sociedad, propugna un individualismo y un materialismo que producen, con mucha frecuencia, una influencia negativa en nuestros hijos. Hoy más que nunca, con ánimo y de forma positiva, debemos insistir en la necesidad de formar en valores auténticos a los niños y a los jóvenes. Somos conocedores de la realidad actual, si bien tenemos la esperanza de que la familia sea portadora de valores que perduran en la conciencia de las personas. Por esto el tema de los valores educativos tiene hoy en día una prioridad en el espacio familiar. Se trata de que los hijos integren en su existencia los modelos asumidos por la convivencia y adquieran una visión de trascendencia por un futuro más humanizado.
Para educar en valores debemos seguir unas pautas que vayan llevando al niño y la niña a forjar su propia moral, su ética, su carácter. La pedagoga y psicóloga Celia Rodríguez nos lo resume de la siguiente manera y nos propone unas pautas a seguir:
1
Educa en valores, no adoctrines: Ayúdales a construir su propia escala de valores de forma autónoma y racional. Que sean ellos mismos los que acepten los valores por propia iniciativa y entiendan los mismos.
2
Favorece un enfoque vivencial, los valores no se aprenden como los conceptos, se adquieren mediante la vivencia afectiva de los mismos.
3
Utiliza una perspectiva transversal, trata de hacer que la educación en valores esté presente en todo momento educacional, independientemente del tema, edad, disciplina, educación familiar o escolar.
4
Enséñales a ser críticos con la información que les llega desde distintos medios en especial de los medios de comunicación. Haz que reflexionen mediante preguntas.
5
Utiliza un ambiente de dialogo como base del respeto y la igualdad.
6
Propicia la ayuda mutua para fomentar la colaboración y el respeto.
7
Facilita la participación de todos, como medio para lograr la conciencia de igualdad.
8
Emplea Normas transparentes y compartidas.
9
Haz de ejemplo para ellos, es más fácil ejemplificar una buena conducta que enseñarla.
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Enseñar a vivir en la sociedad, respetando y haciéndose respetar, significa que estamos enseñando aser responsables y a ser tolerantes. Hay que fomentar el respeto por los bienes comunes, por el medio ambiente, hay que ser solidarios y solidarias dentro de nuestra parcela de responsabilidad, entendiendo que todos y todas somos un poco corresponsables de las grandes injusticias que se dan y que, desde nuestra pequeña parcela, podemos colaborar para que vaya desapareciendo.
Vivir la igualdad, respetando las diferencias. Todas las personas somos iguales aunque tengamos nuestras diferencias culturales. La libertad y la igualdad nos van llevando por el camino de la justicia, hacia una sociedad solidaria. En estos años es fácil encontrar centros con una gran diversidad de alumnado, con otras culturas, con otras religiones, con otras formas de ver y vivir la vida. En los centros hay que plantearse, y así lo hacen ya muchos, respetar esa diversidad. No vale integrarlos, además hay que hacer inclusión, hay que tenerlos presentes en cada una de las actividades que se planteen.
Ser libres para pensar y actuar, siempre que no ataque la propia libertad de las otras personas. Educar en libertad significa tener en cuenta las opiniones desde la más tierna infancia, consensuar unas normas que todos y todas debamos cumplir tanto en clase como en la familia. Si en la clase se habla hay que respetar al compañero o compañera, pero también en la familia debemos tener en cuenta esta norma establecida como principio general para el diálogo constructivo, ni el padre ni la madre pueden decir “eso es así, porque yo lo digo y ya no se habla más”. Está comprobado que al niño o la niña que se le razona, en principio obedece y después ese comportamiento lo va extendiendo a todos los sectores en los que esté presente su vida. “Desarrollar la creatividad, la capacidad de ser original, de “ser individuo”, desarrollar la conciencia crítica, debería ser la máxima finalidad educativa” (p.69) Hay que enseñar a ser espectadores críticos, a estar vigilantes ante las redes que nos tiende la publicidad y determinados entornos sociales.
Respeto y tolerancia
Enseñar con el testimonio de los padres el respeto y la tolerancia es un complemento de la educación de la libertad. Vivir estos valores es amar la dignidad de la persona y respetar su intimidad.
Civismo y solidaridad
Educar a nuestros hijos e hijas en los buenos modales y en la amabilidad es colaborar a enseñar a vivir el respeto y en pensar en la vida de las demás personas. Ciertamente que, tanto en el hogar como en sociedad, contribuyen a hacer la vida agradable y a crear un clima cálido y afectuoso en el entorno familiar y social.
Organización y trabajo
Al iniciar este artículo, recordaba el cuento de la tortuga y la liebre, el trabajo que hacen las hormigas y también en las celdas que construyen las abejas. Tampoco me parece extraño, ya que en el hogar de mis padres, como también pasaba a la mayoría de quienes desconocíamos la televisión de pequeños, escuchábamos fábulas ...
Amistad y lealtad
La amistad es el valor que ayuda a la persona, ser sociable por naturaleza, a comunicarse y a perfeccionarse en compañía de sus amigos. Es una relación de reciprocidad donde especialmente la confianza juega un papel importante. Es un valor que ayuda a ser mejor...
Fortaleza y generosidad
La fortaleza es una virtud necesaria para llevar a término la generosidad, propia de un alma noble por naturaleza. Quien es generoso siempre genera alegría. Esta afirmación tan contundente, está garantizada por el mismo amor. Amar siempre es fruto del olvido personal para hacer el bien a los que tenemos más cerca de nosotros.
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